No nos engañemos. En términos comerciales, el exterior sí importa. Las empresas saben que la imagen vende, y mucho. Está demostrado que los productos que compramos nos entran en gran medida por la vista. Es ahí donde el packaging , concepto equiparable a la clásica idea de “envase”, juega un papel clave.
A la hora de diseñar un buen packaging debemos tener en cuenta que éste no sólo debe ser práctico y adecuado al producto para facilitar su conservación, transporte y almacenamiento. En la medida de lo posible, también conviene que sea llamativo. Por descontado, no hay que olvidar que el packaging debe transmitir una imagen adecuada con el posicionamiento que deseemos darle al producto y los valores de nuestra marca.
Aunque todo lo que hemos dicho es de extrema importancia, debemos tener siempre presente que, obviamente, sin un buen contenido los consumidores no repetirán la compra.
Hemos encontrado una serie de packagings que nos han sorprendido mucho. Sin duda, alegran los lineales del supermercado y mucha gente sentiría reparos a la hora de tirar estos artísticos diseños a la basura.