Atrás, muy atrás han quedado esos días en que devolvíamos las botellas de vino o gaseosa vacías al colmado donde las habíamos comprado.
Pero no todo está perdido. En plena era del consumo, solo algunas tímidas iniciativas nos hacen intuir que algo está cambiando.
Por una parte vuelve con fuerza la venta a granel de productos como el vino o el vermouth. Son ya numerosos los establecimientos que tienen sus propias botas y ofrecen a los consumidores botellas de cristal que se pueden rellenar.
Por otra parte, podemos observar una leve tendencia por parte de algunos comercios a incorporar envases ecológicos. Hablamos de cajas de cartón reciclado y/o reciclable, bolsas de plástico biodegradables (lamentablemente aún no son muchas), pero algo avanzamos.
Esperamos que estas iniciativas nos lleven a un mundo más sostenible, no sólo para los humanos, sino también para los animales que pagan las consecuencias de la contaminación.