“Dime cómo escribes y te diré quién eres”. Esta famosa frase es aplicable tanto a las letras manuscritas como a las mecanografiadas. Las empresas lo saben bien. Una de las decisiones básicas para elaborar cualquier material corporativo, desde folletos hasta tarjetas de visita, es elegir una buena tipografía. Hoy en día, cualquier procesador de texto ofrece una amplísima variedad de fuentes así que, la gente que no está iniciada en este mundo, puede tener serias dificultades a la hora de elegir la tipografía más adecuada.
¡Pero que no cunda el pánico! Para poner un poco de orden en la lista de las fuentes, vamos a clasificar brevemente las grandes familias tipográficas:
Serif: Son las que presentan serifa o remate al final de los bastones. Esta característica que les confiere un aspecto más clásico y formal. Se dividen en romanas antiguas, romanas de transición, romanas modernas y egipcias.
Romanas antiguas: Presentan una terminación aguda. Además la dirección del eje de engrosamiento es oblicua y el espaciado entre las letras, amplio. Todo ello da como resultado una tipografía intensa. Como ejemplo podemos citar la Garamond.
Romanas de transición: La terminación de la serfa es aún más aguda y las diferencias entre trazos finos y gruesos, más marcados. Por su parte, el eje de engrosamiento se acerca más a uina línea horizontal. La Times New Roman forma parte de esta familia tipográfica.
Romanas modernas: En este caso la serifa es lineal y los trazos marcadamente variables. El eje de engrosamiento es totalmente horizontal. Las cursivas son muy inclinadas. Como ejemplo citaremos la Bodoni.
Egipcias: Su principal característica es que la serifa es tan gruesa como los bastones. Eso le da una apariencia fuerte y sólida. Destaca la Clarendon.
Sans Serif: También llamadas de palo seco. Son todas aquellas familias de tipografías que no tienen remates al final de los bastones. Son consideradas más modernas y desenfadadas. Se dividen en: grotescas, neogóticas geométricas y humanísticas.
Grotescas: Se trata de las primeras versiones de tipografías sans serif, derivadas de las egipcias. Son parecidas a éstas, pero sin el remate . Es el caso de la Franklin Gothic.
Neo-grotescas: Sus trazos muestran cuidadas correcciones ópticas, dando como resultado tipografías muy legibles. Son adecuadas para la señalización. La famosa Helvética pertenece a esta familia.
Geométricas: Se basan en formas geométricas simples. La diferencia entre ellas es mínima. Un gran exponente de esta familia es la tipografía Futura.
Humanísticas: Son parecidas a las romanas pero sin serifa. Destaca la Gill Sans. Coservan un halo clásico y se consideran las más legibles.
