Uno de los aspectos más fascinantes de las artes visuales es el hecho de que nos permiten viajar en el espacio-tiempo y desafiar las barreras de la lógica. A través de la representación gráfica podemos desplazarnos a sitios recónditos, incluso inexistentes, y dar al mismo tiempo saltos temporales, incluso dentro de un mismo plano.
Entre todas estas artes, una de la que logra resultados más fascinantes es la fotografía. Esta técnica tiene la peculiaridad de ser junto al vídeo una de las más realistas a la hora de captar la realidad, pero a la vez permite realizar montajes de forma relativamente sencilla. Los resultados que se obtienen son totalmente verosímiles, aunque a veces nos muestren contrastes absolutamente surrealistas. Solo hace falta un poco de creatividad y conocer algunos trucos y técnicas para lograr resultados impactantes.
El artista Stephen McMennamy. domina ambas cosas a la perfección, algo que le ha permitido regalarnos montajes fotográficos de gran plasticidad. Su fuerza radica, en gran medida, en combinar elementos de nuestra realidad cotidiana, en principio inconexos entre sí, para crear una realidad nueva y diferente.
Nos entenderéis mejor si contempláis parte de su obra, que podéis ver a través del enlace que tenéis bajo estas líneas. Ya sea con fines simplemente artísticos o, ¿por qué no?, publicitarios, nos encantaría tener la ocasión de imprimir en nuestros talleres montajes de la talla de los de McMennamy.