El catálogo comercial es un formato clásico y normalmente muy efectivo a la hora de vender productos o servicios, aunque debemos tener en cuenta que en un mundo tan saturado de información como el actual, la diferenciación es algo imprescindible.
Hay una serie de elementos básicos que no pueden faltar en ningún catálogo son la foto profesional del producto o servicio en alta calidad y una breve descripción. Es muy habitual incluir además el precio y/o descuento, aunque eso dependerá de nuestra estrategia comercial. Es decir, si se trata de un catálogo de temporada, de rebajas, de una campaña concreta, puede resultar básico. En cambio si se trata de un catálogo global para presentar todo el surtido que ofrece nuestra marca, tal vez no resulte necesario. En ese caso, el tipo de producto o servicio determinará si incluir o no el precio.
Un diseño gráfico actual aportará un plus de frescura no solo a aquellos productos que queremos vender, sino a toda nuestra marca.
Son muchos los diseñadores que optan cada vez más por elementos creativos como ilustraciones que complementen las fotos, eso sí siempre intentando no abrumar al lector. La famosa consigna de “menos es más”, suele acertar siempre.
Por supuesto, una impresión de calidad será básica a la hora de llamar la atención del cliente. No hablamos solo de los colores, sino del tipo de papel elegido y de la encuadernación. Ambos resultan determinantes a la hora de transmitir un valor añadido a nuestra marca.
En conclusión podemos afirmar que ponernos en manos expertas y profesionales es la mejor garantía de un trabajo bien hecho.