Detrás de muchas grandes firmas encontramos una imagen de marca sólida y potente, planificada hasta el último detalle que ha contribuido al éxito mundial de la compañía que representa. Los logos concentran toda la fuerza de esa imagen. Analizamos algunos de los ejemplos más universales:
Coca-Cola: Nos encontramos con una de las marcas y también con uno de los logotipos más conocidos del mundo. Sus letras redondeadas imitando la tipografía manuscrita aportan un toque clásico y vintage y le dan un aire cercano, amable e inconfundible. El color rojo no solamente sirve para llamar la atención, sino que se asocia con la comida. Sin duda, un logo con fuerte personalidad que aguanta muy bien el paso del tiempo.
Apple: La prestigiosa firma sella sus productos con una forma universal, una manzana. A simple vista, nada tiene que ver con los productos que representa. Aún así, la asociación del logotipo con la marca es inmediata sin necesidad de recurrir a ninguna tipografía. Los secretos de este logotipo son los mismos que han hecho famoso a su fabricante: elegancia y simplicidad. El arco iris que al principio daba color a la manzana ha dado paso a una figura lisa y sobria, en la que sólo destaca su característico mordisco.
McDonalds: la inconfundible M redondeada y amarilla sobre fondo rojo ( de nuevo, colores que llaman la atención y se asocian con la alimentación) ha experimentado una poderosa transformación con el objetivo de transmitir una imagen mucho más sana. El color verde de la salud y la naturaleza ha ido ganando terreno poco a poco y ya se puede ver en muchos anuncios como fondo para la clásica M. También ha aparecido el MC Café, que se presenta con una tipografía más ágil y estilizada. Todos los cambios parecen enfocados a borrar la imagen de fast food y comida pesada que siempre ha rodeado a la marca.