Tras hablar recientemente de lo importante que es para los fotógrafos conocer la hora azul y detectar en qué momento del día se produce, hoy os hablaremos de otra hora mágica para los fotógrafos. No es otra que la “hora dorada”.
Tal y como sucede con la famosa hora azul, la hora dorada se da dos veces al día, al salir el sol y al ponerse. Eso sí, sucede un poco antes que la hora azul por la mañana y un poco después por la tarde. A esa hora la iluminación es muy intensa y crea un efecto cálido y envolvente, que resulta imposible de captar en otro momento del día. Se trata de un periodo muy apreciado, tanto para la toma de fotos de paisajes como para la de retratos. Es una hora excelente para jugar con las siluetas y sus contrastes. Además, la luz lateral permite que las texturas resalten en la imagen. También es un buen momento para fotografías el cielo y sus matices anaranjados y rosáceos.
Igual que en el caso de la hora azul, algunas aplicaciones como Magic Hour o Golden Hour nos permiten detectar cómodamente y sin tener que realizar cálculos, a partir de nuestra geolocalización, en qué momento se producirá este fenómeno.
Si os animáis a captar este tipo de imágenes, muy recomendables en el mundo de la publicidad para la elaboración de carteles, pósters, lienzos y todo tipo de material impreso o simplemente con voluntad artística, tenéis que ser conscientes de que tendréis que madrugar o quedaros hasta el atardecer, pero os aseguramos que el resultado merece la pena.