El pasado verano ya se veían de forma habitual en pañuelos y pareos de playa o en lienzos decorativos colgando de las paredes de los locales más in. A estas alturas tampoco es extraño que conozcáis a alguien que los coloree como terapia anti-estrés.
Hablamos de los mandalas, esos círculos extraordinariamente elaborados y basados en la repetición de patrones geométricos. Aunque a algunos de nosotros puedan resultarnos algo nuevo, lo cierto es que existen desde hace milenios.
Los mandalas tienen su origen en la India y la religión hinduista. Están basados en representaciones simbólicas muy complejas. También los encontramos en la religión budista, aunque en ese caso los símbolos son más figurativos.
A parte de su origen espiritual son cada vez más utilizados en el mundo occidental. ¿Moda? Pensamos que su fuerza gráfica va mucho más allá.
Y es que esta tradición importada de Asia tiene, sin duda, un enorme atractivo para muchos.