Sin duda, las tarjetas son una de las mejores cartas de presentación de un profesional ante sus clientes. Pero no nos engañemos, muchas veces éstas se traspapelan o quedan relegadas al olvido, amontonadas entre otras tantas tarjetas semejantes.
Y es que, en términos generales, la tarjeta de visita es uno de los elementos más formales de la comunicación corporativa. Lo cierto es que no es muy habitual encontrar diseños innovadores en este tipo de productos.
Sin embargo, ejercitando nuestra imaginación podemos conseguir que nuestra tarjeta llame la atención y no se olvide fácilmente, sin dejar de lado la elegancia ni la coherencia con nuestra imagen corporativa. Identificar la tarjeta con el producto puede ser un buen punto de partida para conseguir una idea brillante.
Aquí os dejo 7 grandes ejemplos de tarjetas que se salen de lo habitual:
La creatividad llevada al extremo, con esta tarjeta con planta incluida.
Una forma sencilla y brillante de resaltar el nombre en una tarjeta de visita.
Una tarjeta en 3 dimensiones con la silueta de su dueño.
Un ejemplo simple y sencillo de la efectividad de relacionar tarjeta y producto.
Dos simples agujeros convierten esta tarjeta en todo un ejemplo de diseño.
El material transparente marca la diferencia en esta tarjeta.
Una representación tan realista del producto que despierta el interés… ¡y también el apetito!