Hoy en día cuando hablamos de filtros de fotografía, es más que probable que los primeros que nos vengan a la cabeza sean los de Instagram. Valencia, Earlybird, Sutro y muchos más están hoy en día en boca de todos los instagramers… Y lo cierto es que resultan muy útiles. Siempre y cuando no abusemos de ellos, pueden aportar un plus de interés a nuestras fotografías digitales.
Pero, ¿y que hay de la fotografía profesional? ¿Con qué filtros se toman imágenes de alta calidad con cámaras destinadas a nuestro material impreso?
En el mundo de la fotografía clásica encontramos varios tipos de filtros. Estos son algunos de los imprescindibles:
- Filtro de degradado neutro: Se utiliza en fotografías donde una de las partes, generalmente el cielo, aparece demasiado luminoso. Es decir, oscurece las zonas con un exceso de luz, sin afectar a otras zonas iluminadas correctamente.
- Filtro polarizador: Se utiliza para mejorar el color azul del cielo y para eliminar reflejos indeseados.
- Filtro de densidad neutra: Compensa el exceso de luz general de una imagen. Obliga a la cámara a hacer la fotografía más lenta.
Seguro que habréis escuchado aquello de que “la fotografía es luz”. Por tanto, el que consigue dominarla tiene una gran parte del camino hecha. Así que, ya sabéis, si os gusta la fotografía es momento de ponerse manos a la obra.