Diseñar un buen packaging destinado a la alimentación no es tarea fácil. Por un lado, debe cumplir los requisitos de seguridad alimentaria, por otro debe ser llamativo para que los clientes se decidan por él. Por si fuera poco, debe resultar práctico a la hora de ser transportado y almacenado. De lo contrario, quienes lo comprar una vez, no volverán a adquirirlo.
Los nuevos hábitos en la alimentación y el consumo han propiciado que aparezcan nuevos envases destinados a cubrir las necesidades del consumidor. Es el caso de las cajas de sushi para llevar o las cajitas de especias, ambas fabricadas en cartón.
También existen auténticos clásicos del packaging, que ayudan a realzar la personalidad del producto. Es el caso de las famosas cajas de ensaimadas.
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